martes, 27 de febrero de 2018

¿Cuanto es suficiente?


Durante todo mi tránsito de vida, he caminado a través de ella apostando a cada momento.
                       
Es difícil a veces escuchar las voces del mundo pidiendo que te detengas en algo, que establezcas límites, que pongas un tope a lo que das, que frenes lo que sientes, que administres tus esfuerzos, tu dinero, tu tiempo; que dosifiques tu amor y tus ganas, que no te desboques, que no des tanto. Infinidad de veces mucha gente alrededor me dice, que no debes entregar tanto si no recibes siempre en proporción, que no antepongas nada antes de ti.

El egoísmo es parte de las cosas que llevan a esto, y no es malo, el egoísmo bien entendido es precisamente que tu centres en ti las bases, que focalices cuidando tu yo, que busques a toda costa ser feliz pensando en todo momento en lo que a ti te hace feliz. Hay quien piensa, sin embargo, que el egoísmo es más una fotografía de alguien que siempre, invariablemente, debe buscar a toda costa que todo sea para sí, sin dejar una mota de polvo para nadie más. Es importante conservar foco en uno, y precisamente aquí es donde se establece la lucha entre el concepto del egoísta puro, o del proteccionismo interno, en el que solamente mantengas siempre la balanza con los mismos términos tratando de lograr equilibrio.



Pero, ¿lo mejor de la vida es siempre mantener el equilibrio? ¿Acaso no parte de las mejores cosas que a veces llevamos en los recuerdos, no son resultado precisamente de la falta de equilibrio? ¿Porque entonces detener las cosas? ¿Por qué poner un límite a las mismas? En todo caso, yo creo que el equilibrio no siempre es inmediato, y entonces, si lo vamos a involucrar en una idea, creo que el razonamiento es simple: si queremos ganar mucho, pues hay que apostar fuerte y mucho, si queremos ganar poco, apostemos poco o no apostemos casi nada. Y así lograremos el equilibro a futuro.

Creo que cuando buscamos un sueño, hablar de limites es absurdo. Todos queremos algo, sea lo que sea, algo material, una mejor vida, un mejor trabajo, amor, vivir como uno quiere. Hay quien critica al artista por poner toda su vida en algo que la mayor parte de las veces no deja tanto para vivir, y pretende que sacrifique sus sueños, en pos de lo que socialmente se ve más aceptable, que es hacer mucho dinero en cualquier otra cosa que no le guste. Hay quien pide a los enamorados que no pongan todos los huevos en una canasta y que no entreguen tanto para que no los lastimen. Creo que uno no puede poner límites a las cosas, creo que también si uno realmente desea y sueña algo, nada de lo que uno pueda apostar es mucho, nunca se llega al punto de indicar que ha sido suficiente. Hay que pelear contra todo si así se desea, si a ojos de los demás es absurdo, pues hay que caer en lo absurdo.

Cuando tú mismo creas que es suficiente, es momento de retirarse, pues eso que pensabas, definitivamente no es para ti; pues tú mismo te has dado ya por vencido. Pero si no se ha llegado a este punto, hay que seguir apostando y apostando fuerte: el corazón, el alma… la vida si es necesario; es la única forma de perseguir esos sueños grandes, de lograr que esas cosas maravillosas se alcancen; por más que el resto del mundo te grite que estas mal. Si no resulta, no quedara el consuelo de haberlo intentado, esas son tonterías, si no resulta, dolerá, y quizás la pases muy, muy mal; pero ¿y sí, sí? Te aseguro que no podrá haber ente en el mundo más feliz que tú. Piénsalo, todo lo grande ha sido logrado así, apostando con todo, poniendo todo sin límites, ignorando el cuestionamiento de sí es suficiente. Las grandes empresas y las grandes fortunas así llegaron, mayormente de gente que puso todo en juego. Los grandes amores, son resultado de poner el corazón y dar sin límite alguno; las vidas más ricas son aquellas donde se empeña el alma por completo, sin temor.

No te pido que compartas mi punto de vista si es que ves el mundo diferente, pero creo que vale la pena pensarlo. Yo, al menos, no puedo concebir el mundo de otra manera, no puedo dejar de poner todo en lo que sueño; no siempre se cumplen, pero lo que se ha cumplido es grandioso y he tenido mucho de eso;  no puedo pretender amar deteniéndome con temor, dosificando lo que doy, lo doy y punto, sin pensar si mañana no funciona; a veces al grado incluso de pasar sobre mi propio bienestar, y espero entonces que alguna vez, esa persona maravillosa con la que seré feliz toda mi vida, pueda mirarme y entregarme en un instante su corazón para siempre, sin duda alguna, haciendo que la apuesta traiga resultados más grandes, creando entonces el amor más grande de mi vida. Se apuesta para ser feliz. ¿Como llegar a esto si no apuesto así? ¿Si pretendo encontrar el límite de cuanto es suficiente? Si uno va con un miedo preconcebido, a veces esa apuesta es algo tan simple como decir, aquí voy, lo intento, total ¿Qué puede pasar?, más bien hay que pasar sobre el miedo, hay que dejarse ir… a final de cuentas: ¿Qué pasa si no funciona? … yo creo que nada peor que no haber intentado que funcione.

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