De pronto me encontré con una situación reiterativa en días recientes, la constante situación en la que te vas dando cuenta, cada vez con mayor claridad, que el mundo en su prisa actual, ha perdido ciertos elementos de civilidad, tal vez porque ahora el mundo se ha acostumbrado a la insensibilidad del relacionamiento electrónico entre las personas. La situación predominante por la que llego a estas conclusiones, es relacionada casi en su totalidad al ahora casi inexistente concepto de la Disculpa, concepto que además se supone tan conocido y de dominio público, que todo el mundo cree conocer sin mayor complicación, pero donde aparentemente, tenemos cruces importantes de otros conceptos similares, que podemos confundir este concepto con otros; o peor aún, parece ser en muchos casos, que hay un desconocimiento absoluto del concepto, o tan vago, que si hurgamos un poco en el fondo, parecerá contener valores y componentes que nos parecen sitios inexplorados.
Empecemos creo, por entender la diferencia entre excusa y disculpa, ¿que sucede cuando llegas a un punto en el que se te han cruzado invitaciones a dos compromisos en la misma fecha y horario? Generalmente tienes que elegir alguno, el que te parece más importante, el que te llama más la atención, el que habías aceptado primero, etc. Lo cual te lleva a “excusarte” ante quien te está extendiendo la invitación de alguno de ellos. Esto, es entonces un acto de cortesía mediante el cual evitas crear expectativas a la persona en cuestión, sobre tu posible asistencia, donde si bien puede generarse un cierto grado de desazón para dicha persona, no genera malestar por incumplimiento o falta de consideración. En ocasiones, utilizamos este modelo para no atender tampoco a algún evento al que no queremos asistir, donde si bien la excusa es una justificación absolutamente falta de sinceridad, se utiliza esta para no herir susceptibilidades de quien te extiende una invitación, pensando sobre todo, en el afán de no generar una expectativa que pueda posteriormente generar decepción.
La excusa en si misma, al ser una medida preventiva, y generalmente inmediata, no se pone en tela de juicio, al menos en la generalidad, y casi siempre se acepta de buen grado. Suele ser una explicación breve, concisa, sencilla y creíble; hecha siempre con la mayor antelación posible, a manera tal, que permita al anfitrión en su caso hacer los ajustes o cambios necesarios o al menos, de hacer la cuenta de una cifra más real de los asistentes, o incluso replantear el plan. Por todos estos elementos que promueven la consideración a quien está girando esta invitación, es un comportamiento muy bien aceptado social y emocionalmente.
La disculpa por el contrario, por definición sería: “Una razón que se da para excusarse de una falta o para defenderse de una acusación”, es decir, algo que se da a agua pasada, o en algunos casos, con poca antelación, es decir, cuando no se dio pauta para prevenir a alguien de un evento, que aunque aún no ha sucedido, es un hecho que generará impacto a alguien.
Una disculpa sincera puede sin embargo ser un buen paliativo, pero la repetición constante no genera el mismo efecto de ninguna manera. La disculpa de alguna manera, es todavía una representación de la consideración que se tiene a alguien más, una formula mediante la cual, se purga un comportamiento negativo, resultado de cometer una falta, una indiscreción, o un tropíezo. Como la raíz de la palabra puede explicar, es una forma de descarga de la culpa.
Una disculpa se ofrece, no se pide. Pedirla sería erróneo pues es solicitar a otro que descargue su culpa en nosotros, no al revés, como determina el acto cometido por ti.
La disculpa, cuando es oportuna y cuando es sincera, es una forma de apaciguar una discusión o el enojo, o molestia que generamos a alguien con la falla en nuestro comportamiento. En la medida de lo posible, cuando una persona tiene visiblemente la oportunidad de disculparse, y lo hace con la oportunidad y sinceridad adecuada esto es perfectamente lograble. Cuando también es perfectamente claro que la persona no tuvo alternativas de hacerlo de forma oportuna; o es claro que estuvo imposibilitada de hacerlo; la sinceridad de la misma disculpa y la veracidad del evento que la imposibilito pueden generar la total aceptación y mitigar el enojo de quien se considera agredido u ofendido por el evento en el que le fallaste.
Es decir, la única forma en que una disculpa puede llegar tarde, es cuando hay un evento de fuerza mayor, que elimine cualquier posibilidad de notificarte con oportunidad. En estos tiempos en que vivimos, no tener la posibilidad de un medio de aviso, es casi imposible, en todos lados tenemos comunicación celular, correo electrónico; al menos alguien que pueda prestarte el medio para hacerlo. Todo esto a menos que tengas un accidente, te hayas muerto, o estés en el desierto, en la nada, en un avión retrasado o algo asi por el estilo. De otra manera, es claramente una muestra de absoluta falta de consideración por la persona afectada, es decir, que no tienes la importancia o prioridad para la persona que te hace esto, o en pocas y breves palabras, que le vales madre a quien te lo hace.
Así que puestos en la mesa estos conceptos, queda claro que toda muestra de ello, como las mencionadas a continuación, es totalmente inaceptable:
· Te citaron a una junta de última hora y no pudiste avisar que no llegabas a tiempo o no llegabas a la cita… de entrada, es un hecho que puedes pedir unos minutos para avisar, mismos que a veces tomas para ir al baño, para al menos mandar un mensaje o hacer una llamada.
· Hay mucho transito y por eso no te pude avisar.
· Me secuestraron los extraterrestres.
· Me quede dormido
· Disculpa, te confundí con el amor de mi vida, pero creo que no… pero igual gracias por todo!
· M e cayeron visitas y no te pude avisar
· Se murió mi abuelita
· Mi trabajo es tan malo que no puedo pararme ni al baño a mandar un mensaje para avisar que tengo problemas para salir de el o para terminar un pendiente.
· O alguna otra cosa o situación que presente este grado de idiotez, sobre todo, de quien lo expresa…
Hay que dejar claro, que publicar cosas en Facebook o Twiter para que alguien indirectamente entienda que tienes la situación complicada, no es tampoco opción. Nadie es adivino, equivale prácticamente a mandarte un mensaje mental como Kaliman y aun creo que no se ha generalizado este nivel de telepatía o ya estaríamos quebrando a Telcel, Movistar o a Telmex.
Hay algo importante que poner sobre la mesa. Cuando te disculpas por algo, te disculpas o te justificas por ser como eres. Las disculpas como antes mencione, es cuando caes en falta, no cuando simplemente no eres aceptado por ser como eres, por hacer algo que es tu naturaleza y a alguien no le pareció, no es entonces un tema de consideración, se convierte en un tema de aceptación, donde disculparse es totalmente inválido!!!; pero bueno, este será tema de otro proceso pensante, aquí nos va a faltar espacio para hablar del tema.
Así que retomando lo anterior, date chance 5 segundos de analizar si has hecho algo así, si alguien te importa y hasta tenido poca o nula consideración por alguien, y no has hecho lo correcto para ese alguien si te importa en cuanto a tus disculpas o tus excusas, tal vez aun sea tiempo de pararte frente a dicha o dichas personas y explicar esto; a veces lo que ya paso, no tiene más remedio, desde que no es posible, utilizar el túnel del tiempo, pero si alguien aun te importa, estas muy a tiempo de empezar a hacer todo eso. La base es muy simple:
Si creaste una expectativa en alguien; y no puedes cumplirla, es mejor que te disculpes a tiempo, si te es posible, si no tienes manera alguna, que en cuanto puedas lo hagas, acompañado el argumento de las causas por la que no lo hiciste, siempre que sea real. Demuéstrale a la persona que te importa, cuida a quien quieres!. Ahora que si desde inicio sabes que no es de tu agrado lo que te ofrecen hacer o no puedes por otro compromiso previo, excúsate a tiempo, no juegues al héroe que seguramente quedarás mal.
En fin la clave está más que clara: si alguien te importa, actúa congruentemente para que esa persona tenga claro que es importante para ti, no actúes en función a ella, hazlo en función a la consideración que te merece el cariño que le tienes. Si estas del otro lado, y no recibes esto de alguien a quien creas que le importas, no te preocupes mucho, la cosa es simple: No le importas!
¿Costará mucho trabajo entender esto?
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