jueves, 12 de julio de 2012

Y si se convirtiera en Pizza?

Juraría que nunca he dormido con una mujer fea, pero he despertado con un chingo! Esa frase ha sido robada de la boca de un buen amigo, y definitivamente se ha convertido en una anécdota común, casi universalmente aplicable en hombres y mujeres tras una buena noche de juerga (lo curioso es cuando a pesar de ello, repites, aquí toda la historia cambia).
Vale incluir también aquí, aquella historia en que  la mujer tiene sensación de haberse colado al cuento de Cenicienta, donde ella sabe que es la misma y seguirá feliz con ella, aunque caiga el maquillaje después de que se rompe el hechizo, pero no se explica en que momento el semental que la acompañaba a la fiesta tirando de su carroza, se convirtió en un insignificante ratón. 
Una amiga alguna vez en una de esas sesiones largas de desahogo, me compartió que en su caso podía llegar a desconcentrase por completo,  si resultaba que su “grata compañía” era lo bastante animal para complacerla, y no se refería precisamente a que animal fuera un halago!. Por el contrario, me platicaba que llegado el punto mas bajo de concentración incluso repasaba lo que le faltaba comprar del super o los pendientes de su oficina.
Estos desencantos desencadenan pensamientos trascendentes tras desahogar tu cuerpo en un intercambio semi-desesperado de caricias y fluidos, donde lo primero que te preguntas al termino es ¿que demonios estas haciendo ahí  y  por cuanto tiempo más permanecerá el bulto a tu lado restándote espacio?. El mito urbano dice que predominantemente el pensamiento de hombres y mujeres es que una vez saciados los instintos con la persona incorrecta, lo último que deseas es incrementar la intimidad entre las partes. Contrario a la romántica idea de suponer que lo ideal después del sexo es que te abracen tiernamente, o que platiques de cosas intimas y románticas, la mayor parte de las veces cuando dicha relación deriva solo del instinto o la mera necesidad, esto es lo que queda después…. Eso y un poco de hambre.
Así las cosas, que mejor idea entonces que cerrar los ojos e imaginarte que el bulto en cuestión se convierte en Pizza… o en tu postre favorito. De perdida este deseo, si no aparece un genio y te lo cumple, al menos te da un pretexto para pararte de la cama e  intentar localizar los trozos de pizza del refrigerador o los postres y golosinas en tu alacena; o si aún es buena hora, un buen pretexto para ordenar algo a casa o salir a comer algo con los amigos… claro esta, siempre que te deshagas rápidamente de tu última compañía
Para muchos el despertar de una noche así, o de un rato en que lo mejor que se te ocurrió al final fue cerrar los ojos y ponerte a dormir para ver si despertando cambiaban mágicamente las cosas, es el mejor pretexto para extraviarte de nuevo en los brazos de alguno de tus ex, de alguna de esas viejas historias donde lo único que llego a funcionar es ese desenfreno sexual o con el típico amigovio que  luego no sabes como sacudirte de encima…  Porque también parece ser otra regla: si el problema no siempre es llamar a un conocido!, sino a veces quitártelo de encima.  Siempre terminas preguntándote como se te ocurrió pensar en eso! Si tu ex por eso es tu ex.
¿Cuántos free al paso del tiempo se ven frustrados por la sensación de pertenencia y semi exclusividad? Que parte esta en letras tan  pequeñas que no se entiende que un free es solo eso: FREE!; terminando con tan mala fortuna que quien alguna vez fue un buen free se convierte en una pesadilla de la que quieres despertar lo antes posible.
Otro viejo amigo, cuyas mejores y más frecuentes relaciones se contaban en las camas de un burdel o en la recolecta de sexoservidoras en la calles  o amigas jaladoras en los tabledance, claro con su respectiva compensación económica, me hizo ver alguna vez la grata ventaja de este tipo de personas;  no se trata de lo que les puedes pedir que hagan, no se trata de lo bien que luzcan, no se trata de que lo hagan cuando tu quieres, no se trata de que no se quejen de ti; es algo inmensamente más fácil según sus palabras: simplemente terminan y se van, sin mas nada… y casi de inmediato. Ya incluso la calidad del sexo, totalmente frío , era lo de menos.
El caso es que si es un hecho que el sexo es un aspecto fundamental, que puede propiciar la permanencia o la desavenencia de una pareja. Todo lo infinitamente maravilloso que puede tener la persona puede quedar frustrado por ese pequeño encuentro, porque por mas largo que sea nunca será tan largo como el tiempo del cortejo…. Así que si funcionas muy bien con alguien, con quien además tienes una buena relación y se mantiene entre ambos el gusto por el abrazo después de una buena sesión, recuerda claramente que siempre tienes la alternativa de permanecer y arreglar las pequeñas diferencias, o en su defecto, trata  no comer hasta saciarte antes del momento clave,  para que llegado el punto, tal vez puedas inventar una nueva combinación que te saque de pobre mientras estas pensando de que sabor quieres tu pizza ….

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