¿Quién no ha
visto una película o caricatura, donde de pronto el personaje - sobre todo preso
de un cansancio tremendo y muerto de sed - encuentra un espejismo en el desierto
o en la carretera?
Técnicamente un
espejismo es causado por el efecto de los reflejos de luz del sol, sobre un
estado alterado del aire caliente, a causa de las diferencias de temperatura
que hace que las propiedades ópticas del aire, varíen en función de su altura con
respecto al suelo, causando que los rayos de luz modifiquen sus trayectorias
rectas, creando refracciones curvas, que provocan la percepción de que hay agua
en el suelo.
Sin embargo, cada
historia que nos han mostrado de esto, lleva también implícitos otros factores psicológicos
del personaje, cansado, desgastado, anhelante de encontrar como sobrevivir, que
a primera instancia no solo visualiza agua, sino que también configura la
imagen con un oasis rodeando la misma en muchos casos. Es decir, el anhelo en
el corazón y la mente del mismo, tienen consecuencia en la forma de percibir
esta imagen, distorsionando la imagen básica del agua reflejada a una
irrealidad aún mayor.
Esto nos pasa a
las personas, cuando nuestros anhelos son así de grandes, cuando las sensaciones
de amor, soledad o de necesidad son enormes, o cuando estamos a veces buscando la
manera de sobrevivir simplemente. Tomamos imágenes de algo que parecería tener
una respuesta a lo que nos aqueja o acongoja, y terminamos magnificando la
misma, creando un espejismo de grandes dimensiones que puede confundir aún más
nuestra realidad.
Probablemente
alguien llega a poner un poco de luz, y producto de todos estos factores, también
se provoca que esa luz tenga efectos convexos que distorsionan nuestra percepción,
quizás, dicho de manera más simple, probablemente es que necesitamos tanto creer
en que esa sensación fue tan real, que al pretender que esta no sea efímera,
alimentamos un espejismo de otra manera. Cometiendo el error de redibujar a una
persona y nuestras propias creencias sobre ella; donde la dotamos de mayores
cosas, o donde pensamos que algo que fue de efecto momentáneo, podría vivir para
siempre.
Podemos apostar
fuerte en ello, podemos incluso pretender construir con los materiales de nuestro
oasis imaginario, podemos pretender que incluso, parte del espejismo lleva una
respuesta, y generamos entonces acciones reales para tratar de garantizar su continuidad, misma que parece clara mientras seguimos llenos de luz de sol.
Pero hay que
tener claro algo. Al final, como sucede con los espejismos, el sol tendrá una
hora de retirada, y a la caída de la obscuridad y su consecuente baja de temperatura…
dichos espejismos no sobrevivirán a ningún atardecer, dándonos cuenta que
simplemente seguimos perdidos en el desierto, sin nada que beber, y con solo
tierra árida entre las manos, donde no es posible dar fertilidad a ninguna
cosa, donde no puede cristalizarse un sueño.
Es por ello
mejor, anticipar a tu mente; que es mejor esperar que algo se enfríe y se obscurezca
un poco, a que dejes que reduzca un poco ese brillo que te deslumbra; para
darte cuenta de que puedes ver igual de clara y hermosa a una persona, sin el
halo cegador de la luz que le rodea por algún momento; intentar percibir que la historia que
te dibujas, tiene alas en la realidad y no solo en tus sueños.
Al final, como suele suceder, generalmente nada sobrevive a ello, y muere después de que la luz deslumbrante reduce; entonces, es mejor seguir caminando en la realidad, aunque a veces signifique seguir deambulando en pos de algo que realmente valga la pena y no solo sea un reflejo de tu propia luz (cuando lo que llevas dentro es así de enorme, que deslumbra y quiere iluminar todo), hasta encontrar a alguien cuyo brillo sea tan grande como el de la luna, que ilumina aun en lo más obscuro. Esperar una luz que prevalezca y no sea devorada por la obscuridad que le rodea. Vivir despierto, no soñar en irrealidades que no tienen forma en el plano que tu buscas y se convierten solo en fantasías sin respuesta. Tener conciencia de que un espejismo, por más agradable y atractivo que parezca, es solo eso, un espejismo, totalmente distante a la dulce realidad que deseas y anhelas, una distorsión total de algo que no puede ser real y que es mejor pasarlo de largo para dejarlo atrás, a fin de seguir en busca de una realidad tan simple, que por su misma forma, demostración y espontaneidad, sea totalmente innegable.
Al final, como suele suceder, generalmente nada sobrevive a ello, y muere después de que la luz deslumbrante reduce; entonces, es mejor seguir caminando en la realidad, aunque a veces signifique seguir deambulando en pos de algo que realmente valga la pena y no solo sea un reflejo de tu propia luz (cuando lo que llevas dentro es así de enorme, que deslumbra y quiere iluminar todo), hasta encontrar a alguien cuyo brillo sea tan grande como el de la luna, que ilumina aun en lo más obscuro. Esperar una luz que prevalezca y no sea devorada por la obscuridad que le rodea. Vivir despierto, no soñar en irrealidades que no tienen forma en el plano que tu buscas y se convierten solo en fantasías sin respuesta. Tener conciencia de que un espejismo, por más agradable y atractivo que parezca, es solo eso, un espejismo, totalmente distante a la dulce realidad que deseas y anhelas, una distorsión total de algo que no puede ser real y que es mejor pasarlo de largo para dejarlo atrás, a fin de seguir en busca de una realidad tan simple, que por su misma forma, demostración y espontaneidad, sea totalmente innegable.