viernes, 14 de diciembre de 2012

Compromiso

Cientos de veces he leído y escuchado decir que las razones más fuertes y sólidas que mantienen en boga y bonanza al amor, son la confianza, el respeto y la comunicación.  Si bien, comparto la idea de que estos son factores fundamentales para construir, me parece que el elemento más importante de todos y quizás el menos mencionado, tal vez porque es dado por obvio, es el compromiso.

La mayor parte de las veces tratamos de sellar de formas más bien espectaculares, este compromiso a través de la entrega de un diamante que enarbola un anillo, solo un símbolo, pero que se entrega cuando la magia del corazón es mas grande, cuando la fe es enorme; otras veces con formulas legales o religiosas que generan un mayor espectáculo social, como lo es el matrimonio; otras tantas, es una simple promesa, otras también la lectura de votos al momento de contraer la que se considera como unión definitiva entre dos partes;  podría percibirse en la mayor parte de los casos, que es más una formalidad social, un espectáculo para terceros o incluso, un ejercicio visual y emotivo que pretende lograr un mayor nivel de convencimiento conforme más show se genera alrededor o más ostentoso se vuelve el modo de hacerlo.

El compromiso en realidad es un proceso más simple, es una promesa que no se habla, que no depende de la simbología material, es una estructura de corazón, de pensamiento, una demostración callada de fortaleza, una promesa silenciosa que se demuestra con hechos.  Es un camino.

Los grandes atletas, los famosos músicos y artistas, los enormemente valiosos filántropos, inventores e investigadores, mantienen este factor como algo común. Una promesa interior, una promesa a sí mismos en primera instancia, y a la tarea u objetivo que los ocupa, para que aunque se presenten las ganas de renunciar, de tomar un atajo o de enfrentar una encrucijada no prevista, un nuevo obstáculo inesperado, un cambio en el camino, una confrontación, lesión, o dolor; puedan permanecer enfocados a lograr lo que se plantearon, a hacerlo sobrevivir a pesar de todo. Una madre muestra este mismo nivel de compromiso para con sus hijos tratando de mantener su bienestar a su mejor entender.

Los enamorados sin embargo condicionan este compromiso en muchas ocasiones al estado de ánimo, al  cumplimiento constante de expectativas, sin tener claro que la constancia y estabilidad no necesariamente son cualidades permanentes en una relación. No digo con esto que deba hacerse permisible el total desagravio, la infidelidad, la locura o la violencia o algún factor similar con ese tamaño o impacto. Pero es un hecho que mantienen un momento para rendirse, quizás demasiado prematuro o por razones mucho más simples, es decir un nivel de compromiso bastante pobre. Mayormente visible cuando esta renuncia es impulsada por comentarios o sugerencias de terceros, por influencia social o económica o peor aún por una inseguridad personal asociada a factores externos, casi siempre pertenecientes a historias pasadas. En estos casos, es evidente que el nivel de compromiso es inexistente.

Los pretextos son muchos, las bases quizás comienzan a sentarse en el momento inmediato al establecimiento del compromiso, cuando los caminos de la evolución personal modifican a las personas que lo generaron; la resistencia del compromiso es la que tal vez deba ponerse en tela de juicio. Si lo pensamos un poco, los divorcios son crecientes en número y cada vez los matrimonios y relaciones son más cortos. El rompimiento del compromiso en cualquier caso, es claramente algo constante, tal vez porque la globalización incluya la capacidad de ver un mundo más allá del que antes veían nuestros padres y abuelos; quizás porque las posibilidades que ofrece este mundo nuevo son más atractivas, quizás porque la gran gama de medios y oportunidades genera que las personas se vuelquen cada vez más a pensar en sí mismas, sin la necesidad de una extensión de sí mismas o de un complemento, como es la pareja, que incluso llega a verse como un grillete que te ata a un sitio del que sientes que no puedes avanzar, a menos que liberes tu cadena.

Pero si es tan fácil ahora romper un compromiso, si es tan poca la fuerza que el compromiso entre dos personas mantiene, si cada vez es menos necesario o de menor duración, si se ha vuelto algo tan poco importante, ¿dónde iremos a parar después si el amor era lo más valioso por lo que se acostumbraba pelear? ¿La pareja entrara en desuso? Es curioso porque hasta los animales mantienen niveles de compromiso entre ellos, piénsenlo bien y verán que es algo  cierto.

¿Cuánto es suficiente? ¿Cuándo es el momento de retirarse y bajar los brazos?

Por más que se haya criticado a Sylvester Stallone por la continúa explotación de la imagen de Rocky ,¿no a través de esta historia se demuestran ambos lados del compromiso y el valor de no rendirse? Incluso, ¿acaso no a pesar de todo el mismo Rocky vencido, se atrevió a decir ya basta sin el mismo recriminarse para seguir adelante? ¿no es claro que incluso cuando tuvo que elegir entre su propio compromiso y el establecido con Adrianne, su esposa, este último supero cualquier otra intención para mantenerse a su lado?  ¿Habría tenido el mismo impacto esta saga, sin estas características?

Todas las grandes historias, las grandes personas y los grandes amores mantienen este factor común: el compromiso, algo de lo que alardeamos,  pero que difícilmente usamos como práctica común, sobre todo cuando del tema de las emociones e ilusiones se trata.

Si no somos capaces de entender que las personas tenemos fallas, que uno mismo las tiene y genera, y algunas veces, estas fallas pueden ser enormes; que los conflictos tienen solución, siempre y cuando existan las ganas de resolver y permanecer, es decir, el compromiso; ¿para qué demonios intentamos siquiera enamorarnos si el amor de antemano es previsto como una historia finita de la que existe una fácil escapatoria?

El amor se construye a través del compromiso, incluso cuando una de las dos partes decide romperlo- A veces este puede llegar a manifestarse en el silencio, en los hechos o en la búsqueda exacerbada de una solución o un arreglo.  Pero en una pareja el compromiso tiene una arista importante que hay que tener en cuenta: es una cosa de dos…. Como es el amor, como también este nace y se incrementa.

Insisto, ¿cuánto es suficiente?, si crees saber la respuesta y has puesto un número o una cuantificación, es mejor que te vayas despidiendo desde ahora.. el tiempo se llegará; yo creo que la respuesta es otra, la respuesta, excluyendo los casos graves antes mencionados en este texto, es más simple… Nunca, nunca lo es, siempre puede haber un algo mas… siempre existe una forma de hacer permanecer la felicidad, pase lo que pase…. al menos yo sigo pensando así…  aun ahora, y en esta fecha en especial.